El operativo, realizado entre mayo y septiembre, logró sostenerse pese a un contexto económico adverso a nivel nacional. "Este año fue particularmente desafiante, pero desde el Gobierno provincial redoblamos esfuerzos para garantizar que cada hogar incluido en el programa tuviera la calefacción necesaria para pasar el invierno", explicó Andrea Confini, secretaria de Energía y Ambiente de Río Negro.
La mayor cantidad de entregas se concentró en la Zona Andina, donde más de 4.500 familias accedieron a este recurso esencial, seguida de la Región Sur, con casi 2.400 hogares, y la Zona Atlántica, donde se asistió a unas 330 familias.
El programa también incorporó avances tecnológicos en su gestión, con la implementación de un sistema digital en localidades como Bariloche, Dina Huapi y Maquinchao, que permitió optimizar la logística y reducir los tiempos de distribución. Según Joela Leuenberger, coordinadora del Plan Calor Gas, "este nuevo sistema marcó un antes y un después en la eficiencia del operativo, garantizando una mejor atención a las familias beneficiadas".
Además de la entrega de garrafas, que es estacional, el Plan Calor incluye la recarga de garrafones beneficiando durante todo el año a más de 2.500 hogares y 500 instituciones, entre ellas escuelas y centros de salud. "Este programa no sólo distribuye calefacción, sino que refuerza la infraestructura y la seguridad de los hogares a través de la instalación de cocinas, calefactores y matafuegos", destacó Confini.
La inversión total del programa en 2024 alcanzó los $1.207.981.751, una cifra que refleja el compromiso provincial con las familias más vulnerables, incluso frente a recortes presupuestarios nacionales. "El Plan Calor es un ejemplo de cómo el trabajo en equipo y la planificación pueden marcar una diferencia en la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas", concluyó la secretaria.