Entre otros beneficios, la actividad física mejora el estado de ánimo por medio de la liberación de endorfinas (conocidas como las hormonas de la felicidad); fortalece el sistema inmunológico que puede hacer que el cuerpo sea más resistente a las enfermedades; mejorar la calidad del sueño favoreciendo el descanso y reduciendo el estrés.
El verano es una excelente época del año para realizar actividad física al aire libre, sin embargo, es importante tener en cuenta ciertos factores para garantizar que la actividad sea segura y beneficiosa para la salud.
Aquí dejamos algunas recomendaciones:
- Hay que mantener una hidratación adecuada antes, durante y después del ejercicio. El calor puede aumentar la sudoración, lo que puede llevar a la deshidratación si no se reponen los líquidos perdidos. Preferir siempre agua potable segura.
- Usar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Es importante aplicarlo 15-30 minutos antes de salir al exterior y volver a aplicarlo cada dos horas.
- Sería adecuado usar ropa ligera, de colores claros y que permita la transpiración. También es recomendable usar un sombrero o gorra para proteger la cabeza del sol.
- Es importante evitar las horas pico de calor, generalmente entre las 10 am y las 16 pm. Buscar las horas más frescas del día, como temprano en la mañana o al atardecer.
Permitir que tu cuerpo se adapte al calor gradualmente. Comenzar con actividades de menor intensidad y aumentar gradualmente a medida que el cuerpo se acostumbra a las temperaturas más altas.
Prestar atención a los signos de agotamiento por calor: como mareos, náuseas, ritmo cardíaco acelerado o confusión. Si se experimentan estos síntomas, detener la actividad, busca un lugar fresco y beber líquidos.
Recomendaciones de actividades físicas para el verano, junto con la duración, intensidad y frecuencia recomendadas:
- Bicicleta: al aire libre o en interiores; intentar hacerlo durante 30-60 minutos a una intensidad moderada, 3-5 días a la semana.
- Caminata o senderismo: son actividades de bajo impacto que se pueden hacer a cualquier hora del día, durante 30-60 minutos a una intensidad moderada, 5-7 días a la semana.
- Natación: es un ejercicio de bajo impacto que trabaja todo el cuerpo. Se recomienda nadar durante 20-30 minutos a una intensidad moderada, al menos 3-5 días a la semana.
- Ejercicios de stretching: esta actividad puede ayudar a mejorar la flexibilidad y reducir el estrés. Hacer durante 20-30 minutos a una intensidad baja, 3-5 días a la semana.
Es importante escuchar al cuerpo y ajustar la duración, intensidad y frecuencia de la actividad física según el nivel de condición física y comodidad. Siempre es importante consultar a un profesional de la salud o a un profesor de educación física antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios.