En esta oportunidad, nos trasladamos al pie de las bardas en la punta este del Alto Valle, a la vera de la Ruta 22, donde se emplaza la Escuela Primaria 160 “Comandante Luis Piedrabuena” y sus salas anexas de Jardín de Infantes.
Localizado a 5 kilómetros de Chichinales, el Jardín cuenta con dos salas, de 4 y 5 años, con un total de 25 niños y niñas de dos barrios aledaños a la institución: Otto Krausse (donde está emplazada) y Villa del Parque.
En ese contexto, nació el proyecto de las “seño” María de las Nieves Bonillo Lencina y Cecilia Agüero, buscando “puentes que nos acerquen a los hogares y a la comunidad”, comentan.
Explicaron que “la mayoría de las familias no cuentan con computadora ni conexión de red inalámbrica, es por ello que los recursos a utilizar debían estar disponibles para poder acceder a ellos en diversos momentos”.
Las formas de comunicarse se iniciaron con página una de Facebook y un grupo de WhatsApp, los cuales siguen utilizando. Pero ellas pensaban en otra opción más, que permita organizar las propuestas sin dejar de pensar en la variedad de experiencias.
Así nació el “Jardín Digital” (http://www.jardinanexoescuela160.com) una página web que permite a las docentes, estudiantes y sus familias, ingresar a un espacio ordenado por ejes temáticos.
“Pensamos qué espacios tenemos en el Jardín y tratamos de recrearlos en la virtualidad, para que puedan interactuar con materiales que sean habilitadores de experiencias”, destacan María de la Nieves y Cecilia.
“Así resignificamos nuestra página, cada rincón de ella está creada por los y las niños y niñas, junto a sus familias. Sus recetas, utensilios de cocina, historias personales, rincones literarios creados en sus casas y sus galerías de arte en el medio de una chacra”, contaron.
La página es modificada cada semana, y quincenalmente abordan un organizador que forma parte de ella.
“Somos un equipo de artesanos, que día a día vamos dando forma a las experiencias de enseñanza- aprendizaje”, destacaron las docentes.
“Sin la predisposición de la comunidad no podríamos continuar indagando en recursos, probando las nuevas formas de enseñar que se nos presentan en esta situación. Nos permiten entrar a sus hogares, conocer sus espacios, sus tiempos y, principalmente, estar en contacto con las y los estudiantes”, agregaron.
Desde lo profesional y teniendo en cuenta por la actual situación que estamos atravesando, María de las Nieves reflexiona sobre “nuestra capacidad como docentes de transformarnos, de usar recursos que quizás desconocíamos o los utilizábamos con poca frecuencia para llegar, para enseñar y escuchar cómo están nuestros niñas y niños; ofrecerles un cuento para las mañanas frías que se vienen”.